Hay algo,
detrás de toda esta fe,
que vuelve.
Por detrás la fe.
Por detrás devuelve.
Y vuelve esta vez,
porque detrás de todo siempre
hay algo,
que vuelve en forma de fe,
o que siempre vuelve.
Como esta carta sin remitente.
jueves, 17 de julio de 2008
domingo, 6 de julio de 2008
De mares III
Cuánto silencio,
cuánto silencio.
Es que hay lágrimas que brotan desde el cielo.
Caen gotas en silecio, se suman al sonido de la nada,
aturdida nada por las gotas desde el cielo
que desprolija pero paciente ordena sus átomos,
-formitas de algo en el aire-,
hasta vibrar en su propia frecuencia.
Se cargan y explotan, escupen escalas mudas,
como un poco de polenta hirviendo.
cuánto silencio.
Es que hay lágrimas que brotan desde el cielo.
Caen gotas en silecio, se suman al sonido de la nada,
aturdida nada por las gotas desde el cielo
que desprolija pero paciente ordena sus átomos,
-formitas de algo en el aire-,
hasta vibrar en su propia frecuencia.
Se cargan y explotan, escupen escalas mudas,
como un poco de polenta hirviendo.