Todo florece en primavera
incluso las palabras
verdes en tus manos
abiertas como besos.
Terrosa es la voz que me toca
laja melodiosa
caja de sentires
que no calla,
que no callan.
Todos los ríos vuelven a su nido
menos el mío.
Soy como un indio perdido
en un niño explorador,
las cosas de la tierra que no tuve.
Mi campo es una ciudad
con venas de lata
con penas que delatan
mi condición.
Todos los ríos vuelven a su nido
menos el mío.
Solo otro perro metido
en un cuadro vacio,
son cosas de la tierra que no tuve.
Todos los ríos vuelven al nido,
como un ateo vencido
buscando a dios.