de las rocas, los espinos
los llamados y destinos
tarareando
Sintiendo como Vietnam
tus besos como bombas
de tu boca
pequeña langosta del estero amarillo
De esas veces donde me arrodillo
de lo bello de tus formas
saltando entre mis ojos
los aromas que rebrotan
entre kanikamas y hojas verdes
Te aderezo.
Mi ilusión.
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