Por decir mis palabras
torcí el tobillo de mi amada
De la esponja hecha piedra
en mi corta maravilla
torpe como un verdugo
que pierde un par de dedos
ajustando su guillotina
Dentro de una habitación
desbordada de besos
yace sobre la cama
un cisne hembra tallado en hielo
Quiere que le digan cosas bellas
mientras ambigua sirve té
mansamente entre sus alas
adulada
sólida
Me acerco y no la reconozco
tiene forma de otra cosa
pero sigue fria
y no sabe de verdades
El hombre solo comienza a amar
cuando pierde
-le dije-
que no soy más su amor
ya no me siente
-me dijo-
la encontrarás
ejercitando en las mañanas
y beberás su agua
Distraída en la balanza
me dará un beso
dos notas juntas
y a destiempo
Una caja de sorpresas
de la que apenas
voy descorriendo la tapa
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