Que cruces esta puerta,
mi portal líbido,
fino arco en ébano.
Que lluevas y traigas vino,
en cada gota una uva,
racimo desordenado de pasiones.
Que tus gestos sean dóciles
y tus manos prácticas,
tu lengua lúdica tu pelo incierto.
Que la espera traiga el tiempo,
dé tres golpes en la puerta con una moneda,
y que nadie lo atienda.
Que cuantas bienvenidas nos daremos?
buena pregunta...
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